Apenas ha pasado un año y el gobierno municipal hace aguas entre la constante ocultación de información, por parte del Partido Popular y del alcalde, hacia su socio de gobierno Vox, y las imposiciones ideológicas a las que el Partido Popular se ve sometido una y otra vez por parte del grupo Ultra.
En estos meses hemos visto como el Partido Popular, rehén de Vox, ha renunciado a una programación contundente en torno al 25 de noviembre, o como ha reducido a la mínima expresión los actos entorno al Día Internacional de la mujer del 8 de marzo.
Hoy asistimos estupefactos a un nuevo rifirafe en el gobierno de la ciudad, en torno a algo que creíamos superado, que es el reconocimiento a la diversidad en torno al orgullo LGTBIQ. Vox vuelve a tirar de máximas ideológicas para tensar al gobierno municipal. A su vez, el Partido Popular, temeroso de Vox, les oculta constantemente información, hecho que afecta al día a día del municipio. Práctica que también hace con la oposición, como, por ejemplo, el constante retraso o falta de publicación de los contratos menores en la web Municipal, la agenda de los cargos públicos y otros elementos relativos a la transparencia.
Todo esto va unido a importantes retrocesos impuestos por Vox, un peaje que el Partido Popular está pagando encantado. El grupo municipal socialista, ya denunció la falta de transparencia en los acuerdos de gobierno con Vox, que el PP se negó a publicar, que sigue sin publicar a pesar de los acuerdos en las diferentes juntas de distrito, y que ahora estamos viendo que son fruto de conflicto interno y externo.
Desde el grupo municipal socialista, exigimos al gobierno municipal que dejen sus cuitas y sus guerras internas y se centren en lo importante, que es gobernar una ciudad cada día más abandonada, más sucia y más olvidada por unos gobernantes centrados en que su gobierno no se rompa, en ocultarse información entre ellos y en la práctica constante del evento, la noticia y la fotografía para tapar su incapacidad y voluntad de gestión.